Hoy entré al fuerte. Anoche. De noche. Oscuras y con el auto y con el amigo Juan. Lo crucé de punta a punta, lo atravesé por donde hay que hacerlo. Siempre despacio. Vi la casa de Tevez con su mural de Carlitos. Vi los playones con la vagancia. Vi a Gendarmería. Juan entró a los gritos. Un poco cagarse en las patas, otro poco inconsciencia. Juan es un recusitado. Tiene cuarenta años y está limpio. Me hizo cruzar para un lado y después para otro. Nadie se acercó al auto. No saludó a nadie, sólo un par de puteadas al aire. Lo dejé del lado de afuera del fuerte, a una cuadra, en la calle que desemboca en General Paz. Me fui, lo dejé. Me prometió un asado en el fuerte y otro en fiorito. Espero que cumpla, será un placer.
domingo, 15 de mayo de 2011
APACHE vol.1
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