Pasan los días y me encuentro cada vez más K. Aunque no compartan todas las acciones del gobierno, se ven representados en el camino elegido. Muchos tienen la seguridad de la victoria electoral. No creen que una oposición sin nombres pueda desbancar al gobierno. Todos están apostando a seguir creciendo, a no cambiar de caballo. Están contentos que después del vacío representativo de 2001, hay una simpatía política con alguien. Puede ser que muchos K se aferren a distintos “logros” del gobierno. Algunos festejan que se hayan metido con los milicos. Otros por la ley de medios. Otros por el matrimonio igualitario. O por la asignación universal por hijo. O por la política exterior. O la jubilación de las amas de casa. O por enfrentar a Clarín. O por cancelar con el FMI. O por los derechos humanos. O por otra razón. La mayoría se apoya en una mejora general y no individual. Más allá de los amigotes del poder que siempre se benefician, el resto apuesta a un resurgir conjunto.
En años y años de elecciones, es la primera vez que siento que parte de la gente vota por convencimiento y no por descarte. Otros votan por oposición sin saber a quién y menos qué idea votan. Saben lo que no quieren. No quieren este gobierno. Curiosamente gran parte de este electorado tiene un buen pasar. Mejor que muchos de los que están con los K. Muchos tienen miedo de algo. No saben de qué pero temen y prefieren la dureza de la derecha. Conservadores de lo que tienen hasta ahora.
sábado, 26 de marzo de 2011
SIGUE (2011. Año electoral.) ii
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